“Prefiero hacerme el loco, ya no quiero desgastarme más pidiéndoles que apaguen el teléfono, o que dejen de comer en clases. Prefiero quedarme con los que quieren aprender porque ya no puedo más. Nunca pensé en llegar a esto, no imaginé que podía llegar a no importarme lo que hicieran mis alumnos, pero la verdad es que no doy más. Si les quito el teléfono, llegan los apoderados a reclamar, si abordo un problema entre estudiantes, me reclaman que “porqué me meto en esto…”. Es difícil ser profesor hoy”. Josué, 54 años. Quilpué.
10 videos para prevenir de acoso y ciberacoso
A Nicolás, (10 años) lo molestaron sus compañeros durante varios meses. A poco andar, los signos de estrés y ansiedad se hicieron ver en él. Bajó varios kilos y presentaba cuadros de ansiedad casi a diario. Pese a que pidió ayuda a sus profesores, ellos le respondieron “los hombres son así, un poco violentos entre