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Las normas de convivencia que no deben faltar en un colegio

Cada establecimiento educacional, así como cada familia, debe tener claridad en las normas básicas para lograr convivir en paz y crecer en equilibrio.

Para que estas reglas sean comprendidas, aceptadas y respetadas por tus hijos, es necesario que sean lógicas, claras y precisas.   Las normas de convivencia pueden tener las siguientes características:

Son universales y tienen por objetivo fomentar habilidades prosociales y de autorregulación:  Deben ser muy simples, valoradas y comprendidas por toda la comunidad escolar. A su vez, es necesario que quieran seguirlas y respetarlas.

  • Sus principios básicos son valores y virtudes que nos hacen mejores personas: Se basan en valores como ejemplo: el respeto, la tolerancia, la justicia o la libertad.  Las normas de convivencia deben promover valores y promover espacios para vivirlos como virtudes que nos hacen ser mejores personas cada día. 
  • Deben incorporar pautas de conducta y actividades para modelar el buen trato. No todos los miembros de la comunidad tienen los mismos valores ni códigos de conducta aprendidos de sus familias. Se debe intencionar el aprendizaje de las normas de convivencia desde temprana edad, repetidas varias veces en el año y organizándolas de manera progresiva.
  • Se adaptan a cada edad, en cuanto al uso del lenguaje y determinación de los objetivos. Habrá normas de convivencia que se trabajan mucho más en los cursos inferiores que en los superiores pero lo importante es que el lenguaje sea adecuado para cada edad, junto con las metas a lograr y la valoración de cada conducta.

Normas básicas de convivencia que todo establecimiento educacional debería promover

Seleccionamos 8 normas de convivencia escolar que los colegios deberían promover para fomentar las conductas prosociales, el orden y respeto en el establecimiento… pueden existir muchas más, pero seleccionamos las más universales.

1. Asistir a clases
Cumplir con un alto índice de asistencia a clases, nos hace más comprometidos y responsables. Se necesita disciplina para ganarle a la pereza y lograr mejores aprendizajes.

2. Puntualidad
Iniciar las actividades a la hora es muy importante para que se cumplen los objetivos propuestos en cada caso. Fomentar la puntualidad ayuda a conseguir rutinas de disciplinan que favorecen el aprendizaje.  Se aprende a su vez, que el llegar tarde tiene consecuencias y que debemos ser responsables frente a esto.

3. Respetar a la autoridad
Los padres, directivos escolares, profesores y asistentes de la educación,   son las personas que nos  indican y modelan las conductas que están permitidas o no, ya sea dentro de la sala de lases como en el entorno escolar. Ellos son la autoridad, es decir, quienes lideran las acciones a seguir.    

4. Respetamos a los demás
Fomentar el respeto, ayuda a que los niños y adolescentes valoren la dignidad de todas las personas, independientemente de su forma de vida, apariencia o trabajo que realicen.

5. Aprender a seguir instrucciones
Si enseñamos a comprender las rutinas y el seguimiento de instrucciones, los estudiantes aprenden a escuchar con atención,  a respetar las rutinas y valorar su propia participación en ellas. El obedecer debe ir de la mano con el desarrollo de la capacidad de reflexión personal que permite comprender la importancia de las normas a seguir.

6. Esperar turnos  
Todos tenemos la posibilidad de ser escuchados, de participar en las actividades y de ser valorados por nuestras capacidades y logros. Aprender a esperar el turno ayuda a fomentar la regulación, la frustración y la voluntad.

7. Hablar en positivo
Hablar con claridad, sin gritos y con una mirada positiva, ayuda a fortalecer la comunicación entre los miembros de la comunidad.  Aprender a usar las palabras correctas y un tono de voz agradable, se logra ensayando una y otra vez las conductas comunicacionales.

8. Abertura al diálogo y a la resolución de conflictos
Siempre es posible resolver los problemas conversando, escuchando a los demás y logrando acuerdos. La mediación  nos ofrece la posibilidad de aprender a identificar los problemas, escuchar a los demás y lograr soluciones que permitan a todos sentirse mejor.

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