El problema no es que estén conectados o jueguen, el problema se genera cuando caemos en los extremos. Es por esto que insistimos en el rol de los padres a la hora de regular el uso de pantallas.
No se le puede pedir a una niña o niño que se regule solo, porque no tiene la capacidad biológica de hacerlo. Naturalmente son aún inmaduros para contar el tiempo y para autorregularse. Necesitan rutinas, reglas y límites.
Descubre en este artículo publicado en La Tercera, la explicación que da nuestra directora de por qué el uso de videojuegos como Minecarft y Roblox y las redes sociales generan adicción e intensos estados de ansiedad al estar desconectados.