Not Gonna Lie (NGL): la app que es tendencia entre usuarios adolescentes de  Instagram

Esta es la actual aplicación de moda en redes sociales relacionada con las confesiones anónimas. Dinámicas donde un usuario envía y recibe preguntas y respuestas anónimas, lo que se ha transformado en un espacio ideal para el acoso y la violencia digital.

Hemos sido testigos de cómo los grupos de confesiones en redes sociales, en sus diferentes formas, se han transformado en un espacio ideal para el hostigamiento y la violencia digital entre estudiantes de distintos niveles.

Participar de estos grupos anónimos, se ha transformado en una de las primeras experiencias digitales, cuando los escolares reciben un teléfono móvil con acceso a las redes sociales. El anonimato al final es una protección de la identidad, que provoca que sus usuarios, expresen sus sentimientos e ideas sin barreras y, muchas veces, de forma transgresora e irresponsable.

No te voy a mentir…

Desde hace varios meses Instagram se ha popularizado el uso de la aplicación de confesiones anónimas Not Gonna Lie (NGL), la que existe desde noviembre del año 2021, pero que ahora se está haciendo viral y nos ha llegado algunos testimonios al respecto:  

“A mi hija la expusieron y hostigaron en una red social de manera constante. Un grupo de compañeros lanzaban preguntas anónimas en Instagram, preguntando al resto qué opinaban de lo que hacía o no hacía.

Ella recibía los comentarios que circulaban por las redes y sufrió mucho por eso. Fue víctima de un acoso constante en las redes y nunca pudimos identificar a los agresores. El colegio no quiso involucrarse lo suficiente, porque esto pasaba fuera del horario de clases. Pese a realizar entrevistas en el curso, no lograron sancionar a los agresores ni apoyar a mi hija de buena manera. 

Ha pasado un año de esta situación y mi hija sigue con tratamiento psicológico, con muy baja autoestima y con miedo a relacionarse con gente de su edad. Lo peor ya pasó, pero ella tendrá estas marcas de por vida”. 

Lo paradójico, es que Instagram tiene la opción para realizar preguntas y enviar respuestas usando el perfil de cada uno. Pero los usuarios, en su mayoría, prefieren utilizar estas confesiones bajo el anonimato.

¿Qué provoca el mal uso de aplicaciones de confesiones como el NGL? 

Ciberacoso y vulneración de los datos personales

El anonimato en aplicaciones y chat de confesiones es fuente para la transgresión, en especial entre preadolescentes que no saben manejar sus conflictos o emociones. La posibilidad del anonimato, ha favorecido la generación de ciberacoso, violencia y maltrato digital. Recomendamos leer el artículo ¿Qué son las cuentas de confesiones en redes sociales?.

Las consecuencias de la violencia digital afecta a toda la comunidad de usuarios involucradas. Claro está que las más afectadas son las aludidas en las preguntas anónimas, pero testigos y agresores también pueden sufrir consecuencias, e incluso, futuros hostigamientos.

En otro aspecto, esta aplicación es susceptible a la recopilación de datos. Pocos usuarios leen la política de privacidad de las aplicaciones que descargan, y esta en particular, no es lo que se llamaría una “app segura”. 

En el caso de NGL, para recibir y enviar preguntas anónimas, es necesario estar registrado y contar con un perfil. Así se puede obtener el link que se comparte en las mismas historias de Instagram pudiendo recibir preguntas anónimas de otros usuarios, aunque estos no nos sigan. Al recibir un mensaje, puedes responder simplemente abriendo la app NGL.  Al responder, el mensaje se comparte en Instagram de forma pública.

Respecto a su política de resguardo de datos personales, la aplicación NGL es de dudosa seguridad, ya que declara que puede transferir los datos recopilados a terceros.

Abordar las dinámicas de adolescentes en las redes sociales

Desde nuestra experiencia trabajando en colegios, con padres y madres, vemos que cuando surgen estas situaciones, los protocolos no dan abasto y no resuelven el problema de fondo.

Sabemos que el ingreso de niñas, niños y adolescentes a las redes sociales, necesita del acompañamiento parental en sus primeros años. Incluso, es mejor intentar retrasar su acceso, esperando a que tengan la madurez suficiente para gestionarlas de manera correcta. 

Pero esto no siempre es posible. Por eso, cuando se detectan grupos anónimos donde se ofende a terceras personas, hay que abordar el problema como curso y como comunidad escolar. El tratamiento del problema no es poner el foco en los culpables ni los posibles castigos que puedan tener; lo necesario es que el curso entero reflexione sobre la situación, la importancia del respeto y el valor de cada persona, tanto en la vida real como virtualidad. 

Como actividad, sugerimos organizar grupos pequeños de reflexión y conversación, liderados por adultos que planteen preguntas a responder y que los motive a compartir lo que ven en las redes sociales, que cuenten cómo se sienten en ese mundo virtual y sepan a qué problemas se pueden enfrentar en ese espacio. 

Más allá de los protocolos de actuación, de la normativa vigente, de la importancia de enseñar sobre la protección de datos personales y el buen uso de las tecnologías, es importante dar un espacio para que ellos y ellas vean que tras las redes sociales, hay personas que merecen respeto , al igual como lo merecen ellos mismos.

En el Diplomado de Ciudadanía y Convivencia digital, abordamos este tema y muchos otros relacionados con las funas, redes sociales, ciberacoso y estrategias para mediar estos conflictos en profundidad.