Un mensaje mal leído, una opinión fuera de lugar… y en segundos, lo que debía ser un espacio de información escolar se convierte en una bomba de tiempo. Los grupos de WhatsApp de apoderados se han vuelto cotidianos en la vida escolar, pero si no se manejan con cuidado, pueden escalar en conflictos que traspasan las pantallas y afectan incluso la convivencia entre los propios estudiantes.
¿Qué opinan los expertos y quienes viven esta experiencia a diario?
Léelo en la siguiente nota de El Mercurio.