Cuando la adicción digital es un problema

El término “adicción” lo asociamos al uso excesivo de elementos químicos e invasivos para el organismo. Alcohol, tabaco y drogas son ejemplos de elementos que provocan “adicciones químicas”. Existen también las adicciones no químicas o “sin sustancias” asociadas a conductas excesivas, entre las cuales están el uso de videojuegos, consumo de pornografía y la dependencia a las redes sociales. 

El trabajo de reeducación de las conductas digitales nocivas para la salud y adicción a las pantallas, deberá estar centrado en: cambiar los hábitos de uso, gestionar la ansiedad y controlar los impulsos.

¿Qué tipo de conductas podemos observar en los(as) niños(as) y jóvenes respecto al uso de tecnologías?

El uso de pantallas no tiene el mismo impacto en todas las personas, pero sin duda, en menores de edad, su efecto suele ser más nocivo y difícil de regular, dado que su cerebro está aún en desarrollo.
Podemos observar:

a) USO SALUDABLE: Corresponde a una conducta normal, que considera un usuario capaz de controlar el tiempo de conexión y exposición a las pantallas, dando prioridad a las actividades escolares, sociales y académicas; por sobre el juego online o las redes sociales.

b) ABUSO: Corresponde a una conducta abusiva y se presenta cuando hay uso excesivo de tecnologías afectando las relaciones interpersonales y la calidad de vida. Ejemplos: cambio en los hábitos de sueño y alimentación, alteraciones en la concentración, estados ansiosos, irritabilidad cuando se debe desconectar, entre otros .

c) ADICCIÓN: La adicción a las tecnologías, considera tres elementos claves:

1-Incapacidad de autocontrol: El usuario no puede dejar de estar conectado a pesar de sus intentos por lograrlo.

2-Dependencia psicológica: Se evidencia un deseo o impulso incontrolable de estar conectado en línea, focalizando toda su atención en este tema, llegando incluso a dominar sus pensamientos y sentimientos. Puede volverse un tema recurrente, generando conductas obsesivas.

3-Efectos dañinos en el plano social: la adicción a internet, redes sociales, pornografía o videojuegos; impactan en el ámbito personal, familiar y social. Esto puede generar: conflictos familiares, pérdida de amistades, estados ansiosos o depresivos o sentimientos de culpa o angustia por estar o no conectados jugando.

Consejos para evitar la adicción a las pantallas:

• Los tiempos de conexión a internet para actividades recreativas, deben ser acotados a un máximo de 45-60 minutos por sesión, no todos los días. Al hacer tareas escolares, se puede sumar un tiempo extra. Privilegie el juego libre, los hobbies y el hacer amigos por sobre las actividades digitales.

• Establezca acuerdos con las familias de los amigos de sus hijos(as), para organizar los tiempos de conexión a internet. La decisión que tome cada familia del curso, repercute en toda la comunidad de estudiantes, por lo que es recomendable lograr acuerdos respecto al uso de pantallas a nivel de curso.

• Permita el acceso a las pantallas de manera graduada y controlada en la medida que van creciendo. Eduque en la libertad, ayudándoles a elegir lo que es bueno para ellos y enseñándoles a cuidar su salud mental.

• Las actividades digitales que podrían promover trastornos de conducta, deben regularse estrictamente en menores de edad, personas del espectro autista y TDAH.

Dado a que el cerebro infantil y adolescente está aún en desarrollo, es necesario darle la mayor parte del tiempo al juego libre, lectura, hacer amigos y a los deportes. De esta manera se fortalecen las funciones cognitivas, emocionales y sociales. Las actividades digitales pueden incorporarse más adelante y de manera gradual, siempre supervisada por adultos que van modelando su buen uso.

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