Durante la pandemia, muchos colegios y universidades se abarrotaron de tecnología. Al volver a clases presenciales es necesario preguntarse qué papel debería jugar la tecnología en el aula en esta “nueva normalidad”.
Para dar una respuesta certera a estos cuestionamientos, revisamos algunos datos de la prueba PISA 2018 publicada por la OCDE. Esta prueba estandarizada que se aplica en varios países mide el rendimiento académico de alumnos de 15 años en Matemáticas, Lectura y Ciencias. Sus resultados permiten tomar decisiones institucionales basadas en evidencias. PISA encuesta a estudiantes, apoderados, directivos y docentes sobre diferentes aspectos tanto actitudinales como otros relacionados con los recursos que se usan en el proceso educativo. Además, agrega una encuesta opcional para evaluar el uso de tecnología tanto en el aula como en casa.
En 2018, más de 340.000 estudiantes de 51 países participaron de PISA. En esta prueba se preguntó concretamente:
- ¿Cuánto se está utilizando la tecnología en las escuelas?
- ¿Qué tecnologías están teniendo un impacto positivo en los resultados de los estudiantes?
- ¿Cuál es la cantidad óptima de tiempo para usar dispositivos en el aula y para la tarea?
- ¿Cómo varía esto entre diferentes países y regiones?
Los resultados
Estudios anteriores alertaban que el aporte de las tecnologías se relacionaba con buenos resultados según “cómo” se usen. Vale aclarar que PISA se centra más en el tiempo y la intensidad de uso y no tanto en el cómo se usa en cada clase.
A la luz de los resultados de 2018, se pudieron hacer cinco hallazgos relevantes que vale la pena revisar:
- No todos los dispositivos son igualmente efectivos.
- Los resultados varían según el país y su nivel de desarrollo.
- La efectividad depende de quién la use.
- La intensidad de uso no es tan relevante como la cantidad de tiempo de uso.
- El aporte de las tecnologías varía según el rendimiento de la escuela.
A no precipitarse… los resultados deben interpretarse con cautela y cruzarse con otros estudios para poder visualizar mejor el impacto de las tecnologías en el aprendizaje.
Este estudio tiene varias limitaciones debido a que se aplica en estudiantes de 15 años en un determinado momento del año y a que establece relaciones y no causalidades. Esto hace complejo extrapolar estos resultados a otros niveles o asignaturas. Además, sabemos que el uso de tecnologías tiene otros efectos que esta prueba no considera.
Lo que sí sabemos, es que claramente si un establecimiento quiere mejorar su rendimiento, debe pensar bien antes de incorporar tecnologías en sus procesos de aprendizaje. El puro hecho de incorporarlas, no garantiza buenos resultados académicos.
Analicemos los resultados
Veamos el detalle de estos cinco hallazgos encontrados en PISA, para que luego puedas tener una opinión bien fundamentada.
Hallazgo 1: No todos los dispositivos son igualmente efectivos a la hora de usar tecnologíasen el aprendizaje.
La evidencia demuestra que algunos aparatos tecnológicos funcionan mejor que otros en la sala de clases. Por ejemplo: usar el computador asociado a un proyector arroja mejores resultados por sobre el uso de otros dispositivos. Sin embargo, los cursos que usan tablets o computadores móviles logran peores resultados que aquellos cursos que no los usan.
El efecto varía también por asignaturas. En Matemáticas los resultados empeoran, mientras que en Ciencias no evidencia efectos relevantes. Respecto al uso de tablets, los resultados son más claros. En en todas las asignaturas los estudiantes que usan este tipo de dispositivo electrónico, muestran un retraso de 6 meses en relación a los que NO las usan.
HALLAZGO 2: Los resultados varían según el país y su nivel de desarrollo.
Los resultados varían de manera importante según el país o la región. En todos los países que participaron del estudio, a excepción de EE.UU., los estudiantes que usan computadores portátiles obtienen menor rendimiento académico que los que NO los usan. En EE.UU. observamos algo diferente. El resultado es mejor entre quienes usan portátiles. Esto puede estar relacionado con la curva de aprendizaje que existe a medida que el profesorado y los alumnos aprenden a usarlos de manera eficiente. En este país, el 71% de los estudiantes reconoce que usa el computador en clases, cifra que baja en promedio al 37% en otros países.
HALLAZGO 3: Si la tecnología está en manos del profesorado, parece que funciona mejor.
Cuando la tecnología la usan los profesores, los resultados son mejores que cuando está en manos de los estudiantes de manera exclusiva. En esta última situación se observa un retroceso en el rendimiento académico a nivel global. En caso de usarse la tecnología entre profesores y alumnos, el resultado varía según el país o la región, siendo generalmente un efecto igualmente negativo.
HALLAZGO 4: La intensidad de uso de la tecnología no es tan relevante como la cantidad de tiempo que se usa en la semana.
Cuando se refieren a la intensidad de uso de las tecnologías, pensaremos en el tiempo de uso y su frecuencia. Los resultados tienden a mostrar realidades diferentes. Los estudiantes que usan tecnologías cada día y los que no la usan nada lograron buenos resultados académicos. En cambio, los que usan tecnología de manera esporádica obtienen menores resultados. El uso moderado, tampoco se asoció con buenos resultados. Una manera de interpretar estos resultados es entender que los alumnos necesitan aprender a usar primero la tecnología y adaptarse a ella antes de empezar a usarla en contexto de aprendizaje.
Hallazgo 5: El aporte de las tecnologías es bajo, en escuelas de rendimiento deficitario.
En los países menos desarrollados o con nivel educativo más deficitario, los mejores alumnos no usan tecnología. Sin embargo, en Japón, Australia o EEUU, la usan más de una hora por asignatura a la semana. Los resultados muestran entonces que los países más desarrollados logran buenos resultados académicos independiente de su uso de tecnología, pero se observa un rendimiento más bajo en los países con menor nivel de desarrollo que usan tecnologías.
Conclusiones
Al revisar estos resultados, se evidencia con claridad que existe una relación entre el rendimiento académico y el efecto de las tecnologías, sin embargo es relevante considerar cómo se usan, qué dispositivo se usa y el lugar dónde se usa.
Si bien este tipo de estudios no permite establecer causas, sino sólo relaciones, es posible pensar que la tecnología puede usarse de manera efectiva considerando diferentes variables. El efecto milagroso de las pantallas en el aprendizaje no es tal. Su uso debe siempre aspirar a cumplir objetivos de aprendizaje concretos y acotados. El software seleccionado debe tener directa relación con el currículum escolar.
La capacitación docente es clave a la hora de incorporar herramientas tecnológicas en el proceso de aprendizaje y se debe evitar que los alumnos sean los únicos que utilicen los dispositivos. Resulta interesante observar que las escuelas que arrojaron resultados positivos, cuentan con sistemas de apoyo en línea, el profesorado cuenta con las competencias digitales docentes y disponen del tiempo necesario para integrar tecnologías en sus actividades.
Este estudio permite concluir también, que la tecnología, debe de estar al servicio del contexto en que se usa, por lo que introducir tecnología en un modelo de escuela que no cuenta con un sistema de gestión educativa avanzada, puede ser más perjudicial que beneficioso.
El incorporar tecnología en el proceso de aprendizaje, obliga a considerar la curva de aprendizaje. Los establecimientos que llevan más tiempo usando tecnología logran mejores resultados. Muchas veces puede significar gastar más tiempo en aprender a usar la tecnología que aprender usando la tecnología. Podemos concluir entonces que los mejores resultados se dan cuando se cumplen las siguientes condiciones:
- Los esfuerzos se centran en asegurar que el uso de tecnologías cuenta con un claro propósito académico.
- El software utilizado es efectivo y se ajusta a las demandas del currículum escolar.
- Los docentes han sido capacitados y disponen del tiempo para adaptar sus clases a la tecnología disponible.
- Los estudiantes tienen suficiente interacción con la tecnología para usarla de forma efectiva.
El uso reflexivo de las tecnologías en la sala de clases, será el desafío de las escuelas del siglo XXI. Evaluar, medir el impacto, preparar la formación docente, establecer metas de aprendizaje, alcanzar un esfuerzo significativo para garantizar el acceso igualitario a los dispositivos, y la infraestructura necesaria, parece la base de una buena relación entre tecnologías y aprendizaje.
2 comentarios en «Resultados PISA revelan el impacto de las tecnologías en el aprendizaje»
Muy buen análisis, la tecnología sin un propósito o sin capacitación NO conllevará un impacto en el aprendizaje de los niños.
Este análisis despeja varios mitos como por ejemplo que el uso de tecnología conlleva aprendizaje, como menciona es importante saber como utilizarla para sacar el mejor provecho de ella.