En un mundo cada vez más digitalizado, las predicciones de las series de televisión como Black Mirror sobre el impacto de la tecnología en nuestras vidas están más cerca de la realidad que nunca…
En esta ocasión, tuve la oportunidad de compartir mi opinión sobre uno de los episodios, en el que una madre decide implantar un dispositivo cerebral para monitorear la vida de su hija, un concepto que refleja hasta dónde podríamos llegar en la protección de nuestros seres queridos.
Aunque no se trata de implantes cerebrales, hoy ya existen tecnologías que permiten a los padres rastrear la ubicación y comportamiento en línea de sus hijos. Sin embargo, el uso responsable de estas herramientas debe ir acompañado de conversaciones honestas sobre el la tecnología, ya que el control absoluto nunca reemplazará la educación y el diálogo familiar.
Te invito a leer la nota completa para conocer más sobre esta reflexión.