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Conoce nuestra exitosa experiencia en más de 8 años aplicando nuestro Programa de Ciudadanía y Convivencia Digital en diferentes establecimientos educativos del país.
Los colegios siguen siendo espacios de aprendizaje y sociabilización muy necesarios para el desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes y como tal, es preciso cuestionarnos las funciones de cada espacio de la jornada.
Entendemos los recreos y los patios, como espacios de recreación entre clases. De esta forma, muchos colegios disponen de juegos infantiles y canchas deportivas para promover el esparcimiento y juego libre.
La realidad es que hoy los niños y las niñas consumen este tiempo libre frente a una pantalla, generando una sobrecarga emocional que afecta el proceso de aprendizaje.
Por esto desde la Fundación para la Convivencia Digital hemos propuesto e implementado varias ideas para potenciar el valor de los recreos como espacios de socialización y crecimiento libres de actividades digitales, para hacer frente a este mal hábito que ha ido en alza en los últimos años.
Algunas ideas que nos han dado buenos resultados en los colegios que han implementado el Programa Ciudadanía y Convivencia Digital son las siguientes:
- En conjunto con el colegio determinamos el uso que se le dará a la tecnología tanto en el recreo como en la sala de clases, considerando las definiciones que se promueven desde el Proyecto Educativo Institucional (PEI) de cada institución.
- Ajustamos el uso de celulares y pantallas en tiempos de recreo y sala de clases, a partir de un Plan de Formación en Ciudadanía Digital orientado a generar un mejor ambiente escolar y bienestar emocional.
- Revisamos y ajustamos los reglamentos internos para ser congruentes en los nuevos planteamientos respecto de los recreos sin pantallas.
- Invitamos a los apoderados a ser parte de esta nueva estrategia y les pedimos expresamente su apoyo evitando mandar a los menores con pantallas a clases. Les especificamos la manera en que podrán comunicarse con sus hijos e hijas en caso que lo necesiten.
- Trabajamos un plan de acción pensado en 12 semanas, donde pasamos de recreos con pantallas, a espacios libres de tecnologías.
- Finalmente, medimos el nivel de uso de tecnologías y bienestar emocional al menos una vez al año para conocer el impacto de estos esfuerzos conjuntos.
La aplicación de este programa ha sido una experiencia muy enriquecedora y, a la vez, muy valorada por toda la comunidad escolar.
