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Adolescente digital

El principal riesgo que viven los niños y adolescentes hoy en el mundo digital es la dependencia de las pantallas, originada principalmente por el exceso de conexión. El estímulo cerebral permanente que provocan tanto las redes sociales como los videojuegos, activa el circuito de dopamina en el cerebro. La dopamina, neurotransmisor encargado de hacernos sentir placer, provoca la necesidad de repetir las conductas que han resultado estimulantes de la misma manera que lo hacen las drogas.

El entorno familiar influye de manera importante en los hábitos de consumo digital que adquiere un niño desde pequeño y que se manifiestan durante la adolescencia. La educación de la voluntad y el autocuidado serán claves para prevenir riesgos del mundo virtual y lograr una identidad digital positiva que aporte a la vida personal y profesional de cada hijo.

Lograr equilibrar el uso de las pantallas con actividades offline, será la clave para el desarrollo integral de los hijos. Promovamos instancias de vida familiar, el buen dormir, el contacto cara a cara con amigos, el deporte, el gusto por las artes y las actividades que favorecen el desarrollo social y emocional.

Sugerencias para prevenir

  • Acompañar a los hijos desde los primeros años para darles pautas sobre cómo usar las nuevas tecnologías será una estrategia recomendable para educar en el uso de las pantallas y prevenir los riesgos del mundo virtual.
  • Privilegie el uso de equipos en lugares comunes donde se esté acompañado o supervisado por adultos.
  • Establezca horarios de conexión y tiempos limitados para el uso de pantallas según la edad y sus necesidades.

Atención a las siguiente actitudes

  • Si un hijo evita el contacto con la familia, por priorizar actividades digitales.
  • Si se observan cambios en la rutina diaria que muestren una preferencia por el mundo digital frente a las actividades offline.
  • Cambios de carácter, aparición de estados ansiosos o mal humor al no poder acceder a internet.
  • Alteraciones en el sueño o en hábitos de alimentación debidas al exceso de conexión.
  • Si sus hijos tienen dificultades al relacionarse de manera presencial y optan por las amistades o relaciones virtuales.

Por: Soledad Garcés, directora de Fundación para la Convivencia Digital. 

 

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