Revisamos diferentes artículos científicos para responder con fundamentos a esta cuestión que cada día se vuelve más habitual en establecimientos educacionales.
Hace un tiempo, la directora de un colegio me preguntó sobre la pertinencia de cambiar los libros impresos por textos disponibles en internet o en formato digital. Pregunta que realizó con la ilusión de ser un colegio “moderno”. Mi respuesta la desconcertó, pero me basé en la evidencia que he estudiado por años. Aún así, esta situación me llevó a revisar una serie de artículos científicos para analizar aún más mi posición frente al tema.
Tras leer esos papers, mi recomendación no se modificó. No debemos pasar al libro digital con hipertextos, ni pensar en reemplazar la lectura de libros impresos por más moderno e inclusivo que parezca. Eso de buscar información en Google o leer párrafos que se abren a partir de un clic en la web, pareciera que no fomenta habilidades de pensamiento como se creyó en algún momento. Buena parte de los especialistas, recomiendan no considerar la lectura fraccionada de los textos web como una lectura que favorece el aprendizaje profundo.
Hay demasiada evidencia científica que valida los beneficios de la lectura en papel, por sobre la lectura en formato digital. Se ha comprobado que la lectura en formato digital, principalmente el hipertexto, resta capacidad de comprensión lectora y disminuye la capacidad de atención. Al leer en ese formato digital, la experiencia de lectura, es eminentemente reducida a dos dimensiones, se resta la comprensión del texto, especialmente si se trata de contenido informativo (no narrativo). Esto se refiere por ejemplo al texto de una web o de los libros escolares digitales. Investigaciones aseveran que leer en formato digital hace que la lectura deje de ser una actividad pausada y reflexiva, lo que dificulta el ejercicio de las habilidades cognitivas (atención, memoria y concentración principalmente) que permiten comprender textos en profundidad.
Algunas características de la lectura digital:
- En la web usualmente se lee el texto organizado en párrafos a los cuales se accede desde un link o hipervínculo. No se da la lectura contínua que favorezca la relación de las partes relacionadas en una idea central.
- Se tiene acceso a mucha más información, lo que resta capacidad de concentración y memoria.
- Al observar el movimiento ocular, se ve que el ojo mira con mayor detalle los primeros resultados de los motores de búsqueda desapareciendo paulatinamente en la medida que avanza la selección de resultados. Esto hace pensar que la capacidad de atender disminuye con el avance del scroll.
- En general, en el formato digital tendemos a realizar una lectura en diagonal de la información, no lineal. Nuestro cerebro aprendió a leer de manera lineal.
- Algunos dispositivos digitales fomentan la multitarea. Leer un texto, subrayar otro, ir de un mensaje a otro párrafo y, además, recibimos una notificación avisando que ha llegado un correo electrónico. Realizar todas estas tareas a la vez puede ser nocivo si se busca fortalecer la atención.
Estudios publicados en 2018 en Educational Research Review, han arrojado similares diferencias entre ambos formatos de lectura, pero le dan cierta relevancia según la circunstancia en que se realice la actividad. Veamos.
Me interesó este estudio que hizo un equipo de profesionales junto a Rakefet Ackerman, del Instituto Technion de Israel e integrante de E-Read, proyecto europeo sobre la lectura en la era de la digitalización. Analizaron si el medio de presentación de la información escrita puede afectar a su comprensión.
Aquí les comparto los resultados:
- “Con la lectura en papel de un texto se obtienen mejores resultados de comprensión que si se lee el mismo contenido en formato digital. Este efecto se ha comprobado tanto en estudios en los que los sujetos leían en un dispositivo digital o bien en papel como en los que se evaluaba el rendimiento de todos los participantes en ambos formatos de lectura (A).
- La ventaja de la lectura que ofrece el medio impreso también se observa si se tiene en cuenta el factor tiempo (B).
- Las investigaciones que impusieron un período de lectura a los participantes mostraron un peor rendimiento en el formato digital, incluso cuando dejaron que los probandos dedicaran para ello tanto tiempo como quisieran. Una situación similar se ha encontrado respecto a los textos expositivos, es decir, informativos, en comparación con los narrativos (C). Mas esta desventaja desaparecía si se trataba de contenidos narrativos. Lejos de lo que cabría esperar, la desventaja de la lectura digital parece aumentar con las nuevas generaciones. Desde 2001 hasta 2017, ese efecto ha ido en aumento (D).
¿Qué efecto tiene entonces el leer novelas en formato digital?
A mi me gusta leer contenidos narrativos o novelas en un Kindle que llevo a todos lados. Este pequeño dispositivo asemeja mucho la lectura al formato impreso. Los estudios demostraron que los textos expositivos (similares a los libros escolares) se comprenden menos si se leen en formato digital, lo que no sucede con los de género narrativo (los cuentos o novelas).
La lectura del género expositivo, es decir informativo, requiere más capacidades cognitivas para su comprensión probablemente porque suele presentar contenidos nuevos para el lector y entrega mucho más información. En cambio, los textos narrativos suelen tener un vocabulario y una sintaxis más simple y elementos discursivos ligados al lenguaje oral, lo que facilita la comprensión del texto.
Leer en papel versus lectura digital (resultados):
El 66% de las personas que leyeron en papel tuvieron mejores resultados en las preguntas sobre contenido. En cambio, aquellos que leyeron en digital podían responder mejor las preguntas relacionadas a detalles.
Pongamos esto en el contexto de aprendizaje: cada vez es más usado el formato de contenidos digitales en contexto escolar o en educación superior. Sin embargo, son varios los estudios que demuestran las diferencias entre ambas prácticas, dejando siempre en evidencia los grandes beneficios de leer en formato impreso.
A pesar de todo, no quisiera dejar la idea que las herramientas digitales deben abandonar los procesos de enseñanza. Me cuesta imaginar cómo se podría trabajar y estudiar hoy sin acceso a tecnologías, pero debemos trabajar más duro para darles un uso efectivo y lograr así que la educación avance.
El Estudio Internacional sobre la Lectura Académica, de la Universidad de California en Los Ángeles publicado el 2018 en la revista PLoS ONE, reveló que el formato impreso sigue siendo el favorito del 78% de los estudiantes universitarios encuestados en 21 países (fueron casi 100.000 personas que participaron en el estudio). |
Te recomiendo otras lecturas para aprender más…
- La lectura digital en desventaja.
- Preferencias y comportamientos de formato de lectura académica entre estudiantes universitarios de todo el mundo: un análisis comparativo de encuestas.
- Informe PISA de 2015 de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
- El cerebro y la multitarea.
- The evolution of reading in the age of digitisation: An integrative framework for reading research. Anne Mangen y Adriaan van der Weel en Literacy, vol. 50, nº 3, págs. 116-124, septiembre de 2016.
- Don’t throw away your printed books: A meta-analysis on the effects of reading media on reading comprehension. Pablo Delgado et al. en Educational Research Review, vol. 25, págs. 23-38, noviembre de 2018.
3 comentarios en «Qué es mejor para la clase: ¿textos de asignatura en papel o en versión digital?»
Muy útil, me encanta que lo presentes con datos! Felicitaciones
Gracias Soledad Gracés y a todo el equipo de Convivencia digital , qué trabajo extraordinario y útil el que hacen.
Muy interesante, gracias por los datos que confirman mi intuición.