En la actualidad, la tecnología se ha convertido en una herramienta indispensable en nuestra vida cotidiana. Sin embargo, su uso excesivo, especialmente en la infancia, plantea importantes desafíos que no podemos ignorar. En mi colaboración con Cooperativa.cl, analicé el impacto de la adicción digital en niños y adolescentes, destacando cómo esta puede afectar su desarrollo emocional, cognitivo y social.
La adicción digital se caracteriza por un uso compulsivo de dispositivos tecnológicos, lo que limita la interacción cara a cara, reduce la capacidad de atención y fomenta conductas sedentarias. Si bien la tecnología ofrece innumerables beneficios, como acceso a la educación y entretenimiento, su uso desmedido puede generar problemas como aislamiento social, ansiedad y dificultades en la comunicación.
Es fundamental que tanto padres como educadores asuman un rol activo en la enseñanza de un uso equilibrado y consciente de la tecnología. Esto implica no solo establecer límites claros en el tiempo frente a las pantallas, sino también fomentar actividades que promuevan la conexión interpersonal, el juego al aire libre y el desarrollo de habilidades sociales.
Además, resulta esencial reflexionar sobre cómo la tecnología influye en el vínculo entre los niños y su entorno. Un equilibrio saludable requiere modelos a seguir que demuestren un uso responsable de los dispositivos y que prioricen las relaciones humanas por sobre lo virtual.
Educar con empatía y comprensión es la clave para enfrentar este desafío. Proporcionar herramientas para que los niños comprendan los riesgos y beneficios del mundo digital les permitirá construir una relación más sana con la tecnología, basada en el respeto a sí mismos y a los demás.
Te invito a leer más sobre este tema en el artículo completo publicado en Cooperativa.cl:
Cuando la adicción digital es un problema