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Las funas existen desde hace muchos años, pero este concepto comenzó a tomar una nueva y preocupante fuerza con la masificación de la tecnología móvil y las redes sociales.
El acto de funar o denunciar a alguien por redes sociales, se han transformado en un comportamiento tóxico que se da especialmente entre adolescentes, quienes no toman el peso de las consecuencias emocionales y legales que pueden generar.
Para entender bien a lo que nos referimos, les contaremos un caso que conocimos en 2022:
“Carla (15) quiso funar a un compañero de curso por haber hecho comentarios machistas en varias ocasiones. Los comentarios resultaron ofensivos para sus compañeras y Carla decidió darle un castigo para evitar que lo volviera a hacer.
Sin pensar en las consecuencias que podía traer esta acción, Carla grabó un video narrando lo sucedido y lo colgó en las redes sociales, motivando a sus seguidores a funar a Rodrigo por sus comentarios.
En pocos minutos, hubo más de 3 mil reacciones en las redes sociales. Algunos de apoyo, pero también agresiones de todo tipo hacia las mujeres del curso y en especial hacia Carla. A las pocas horas, la joven sintió mucha ansiedad, al ver que las reacciones de los usuarios de redes, fueron muy desreguladas e incontrolables. Leyó mentiras, comentarios violentos, otros de apoyo hacia ella y diferentes respuestas que la dejaron boquiabierta.
Al llegar a clases, el ambiente en la sala era imposible de describir. Todos los compañeros estaban discutiendo sobre la funa y no fue posible hacer clases porque estaban emocionalmente muy afectados(as) y con poca disposición para iniciar un nuevo día escolar. Rodrigo apeló a su inocencia y derecho a la libre expresión y sus padres decidieron poner una denuncia por calumnias e injurias contra Carla. La familia de la joven debió pagar una indemnización por afectar la honra de Rodrigo, borrar los comentarios y pedir disculpas públicas por haber organizado la funa.
¿Qué es una funa?
“Funa” es una palabra de origen mapudungun que es sinónimo de “podrido”. También se conoce como un acto público de agravio o acusación, contra una o más personas, para dar a conocer una situación reprochable o alertar a más personas sobre esta. La funa es independiente de la veracidad o no del hecho, o de si la persona es inocente o culpable del mismo.
Desde hace algunos años, esta conducta en las redes sociales se ha hecho frecuente, especialmente entre adolescentes, donde muchos consideran que “funar” es su derecho. Optan por hacer una “declaración” por RRSS en vez de acercarse a las autoridades y hacer la denuncia como lo establece la ley.
Es muy importante enfatizar y dejar en claro, que la funa en redes sociales no es ningún derecho y tampoco es una denuncia formal
¿Cómo abordar las funas escolares?
En primer lugar hay que conversar sobre este concepto y educar el respeto hacia los demás, tanto en la convivencia presencial como en las redes y por tanto dejar muy claro que la funa no es una acción legítima.
El colegio puede explicar las consecuencias legales, formativas y morales que una funa implica y considerar como un tema a tratar en clases, no solo una vez al año, sino en reiteradas ocasiones.
Por ejemplo, en una actividad se puede abordar el impacto de las funas digitales desde la mirada socioemocional. En otra instancia, se pueden establecer canales de comunicación para que quienes se sientan vulnerados(as) puedan pedir ayuda, o bien, promover el desarrollo de habilidades para resolver conflictos en los mismos estudiantes.
Si pese a realizar actividades preventivas, se da una funa que involucra a uno o más miembros de la comunidad escolar, el establecimiento debe activar el protocolo de maltrato, violencia o mal uso de redes, según esté establecido en su propio reglamento.
Es importante señalar que no todas las funas digitales implican un delito, pero siempre son una acción que genera daño y que no debe permitirse. El impacto suele ser profundo y las relaciones interpersonales quedan muy afectadas.
Para promover relaciones sociales más cercanas, favorecer la empatía y sobre todo favorecer el espacio de reflexión de cada comunidad, es recomendable realizar una actividad de conversación con todo el grupo, que promueva nuevos diálogos y reparaciones, para observar de qué manera se han restablecido las relaciones interpersonales.
Algunas consideraciones finales
- Siempre que las funas involucren a un miembro de la comunidad escolar, se debe activar el protocolo pertinente, independiente si fue en horario escolar, el fin de semana o vacaciones.
- Las funas pueden ser constitutivas de delitos, de acuerdo a lo contemplado en los artículos 412 y 422 del Código Penal y en la Ley 19.733. En ese caso, las familias de las personas afectadas pueden acercarse a la PDI o a la fiscalía para hacer la denuncia correspondiente.
- Cada establecimiento debe contar con profesionales especializados en Convivencia Escolar y Digital para desarrollar planes preventivos y formativos para toda la comunidad escolar.
- Contar con un programa de formación de padres y madres para que sean ellos los primeros responsables en dar acceso a las redes sociales a sus hijos e hijas, haciendo hincapié en la responsabilidad que su uso implica.
4 comentarios en «¿Cómo enfrentar las “funas digitales”?»
Destacó la importancia de difundir ésta y otras situaciones que desencadenan actos de violencia, sobre todo en adolescentes.
Los docentes diagnosticarán y recurrirán a las autoridades.
Las herramientas de provención y de l proceso de resolución de conflictos, son elementales.
Hola me gustaría hacer un acercamiento para una charla sobre estos temas en nuestra comunidad escolar. Debo mis datos para que nos podamos contactar muchas gracias
Hola, sumamente interesantes los temas y la forma de abordarlos. Cómo es posible conseguir charla para el liceo en el que trabajo.
Muchas gracias
Qué importante, necesario y novedoso tópico.